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Promotor: Privado

Localización: Carmona(Sevilla), Urbanización "La Cierva"

Superficie construida: 150 m²

Fecha de proyecto: junio 2009

Estado: No construido

El ámbito de actuación se enmarca en una de tantas urbanizaciones surgidas a mediados de los años 70 en la periferia del área metropolitana de Sevilla. El desarrollo de estas urbanizaciones, propiciado por el desarrollo de las infraestructuras, ha generado un tejido consolidado de residencias permanentes, y en este sentido se plantea la propuesta.

El encargo viene por parte de una pareja joven y entusiasta, con una actitud dialogante y abierta a cualquier sugerencia. Se trata de desarrollar una vivienda de unos 150 m² de superficie, con unas necesidades habitacionales básicas. Tras el primer encuentro con los clientes quedó clara la necesidad optimizar la relación del edificio con el emplazamiento, en cuanto a condiciones climáticas, formales y funcionales. La reflexión de Frank Lloyd Wright sobre su casa K. Winckler "Esta vivienda fue estudiada especialmente para estimular una existencia más simple y, al mismo tiempo, más hermosa..." supuso un estímulo que acompañaría todo el desarrollo del proyecto.

La vivienda se incrusta en el terreno una profundidad de un metro aproximadamente, buscando un cierto grado de intimidad. El acceso y la cocina quedan al mismo nivel de entrada, mientras que el salón-comedor y los dormitorios de los niños buscan desvincularse del exterior y adoptar una actitud introvertida. Es de destacar el espacio generado en los dormitorios de los niños, un espacio común dispuesto a las mutaciones en función del crecimiento y desarrollo de los niños; cuarto de los juguetes > primeras reuniones con los amigos > sala de ensayo o de Play Station > sala de estudios > y al paso que vamos primer lugar de trabajo... En definitiva, se plantea articular un conjunto, entre dormitorios y este espacio, que genere una cierta intimidad. En la planta alta, a poco más de 2 metros de altura, se dispone el dormitorio principal, orientado al suroeste y vinculado con el jardín y la piscina.

La forma de la piscina surge por necesidad terapéutica, motivada por los problemas de espalda de uno de los clientes. El objetivo es garantizar la práctica de la natación con cierta comodidad, por lo que se plantea cumplir unos requisitos mínimos disponiendo una calle de unos 15 metros de longitud y 1,60 metros de anchura.